Un avión nos lleva Alice Springs, una ciudad en mitad de la nada, el outback australiano, que más que una región concreta, es todo el espacio interior que no es ni las grandes ciudades ni las costas. Alice Springs parece realmente un centro comercial o de servicios, no parece que la ciudad tenga gente para tanto supermercado, tiendas y talleres... Bueno, de bares no van sobrados :-)
Por la mañana toca madrugón de los buenos, nos pasan a buscar a las 4:50 para ir hacia Ururlu, la mayor roca monolítica del mundo (3.6 km de largo, 2.4 ancho y 348 m de altura) y que además tiene un profundo significado para los aborígenes. Ellos la consideran sagrada y rodeada de leyendas, todas ellas reales según nos ha contado nuestra guía, y eso que algunas de ellas son realmente fantásticas.
Cada grieta, cada cueva, tiene un significado y una historia que los aborígenes usaban para transmitir su cultura y tradiciones
En Urulu hay partes que están reservadas a las mujeres y otras reservadas a los hombres, de la misma manera hay historias que pueden contar los hombres, otras las mujeres y otras que son para niños, en mi caso como en el resto de los turistas somos considerados como niños a pesar de nuestra edad
Kata Tjuta se encuentra muy próximo a Urulu lo que sin duda le quita protagonismo, pero en cualquier caso es un lugar lleno de encanto
Me encantan los atardeceres y amaneceres en los desiertos, son especiales, por la tranquilidad que transmiten por los colores del cielo y la tierra según sale o se pone el sol, pero esta vez no tuvimos mucha suerte y un par de nubes nos privaron de parte del espectáculo
No tenemos que alejarnos mucho para ir al Valle de los vientos, en un día muy soleado y de intenso calor a pesar de que comenzamos nuestra caminata con los primeros rayos de sol. Por suerte el valle de los vientos hizo a honor a su nombre y una leve brisa nos acompañó en parte del recorrido haciéndolo más llevadero
Continuamos camino hacia Kings Canyon, que aunque para las distancias australianas está muy cerca son unas cuantas horas en la furgoneta, en una de las paradas que hacemos ante nosotros aparece un enorme lago salado que en estos momentos está casi seco
Y llegamos Kings Canyon, que sin duda es un lugar especial, estamos en mitad de ninguna parte, lo que es propiamente el outback australiano con unas condiciones climáticas realmente duras, muy poca agua, mucho calor ... Pero en el momento en que hay un poco de agua la vida se abre paso
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